No es secreto que el Poder Judicial de Lima Norte es uno de los más desprestigiados del país, al menos así lo reflejan las estadísticas que ofrece el diario La República en su edición del 6 de agosto de 2018: la Corte Superior de Justicia de Lima Norte registra el mayor número de denuncias contra jueces ante ODECMA. ¡Vaya récord!
Al menos tenemos algo que aplaudir, porque nuestras suspicacias estarán fundadas; no es sorpresa que un indefenso ciudadano de Lima Norte busque justicia pero se tope con el infierno mismo. Y no hablo de Satanás y sus fuegos alrededor, me refiero por supuesto a que las personas que deben aplicar justicia han hecho de su trabajo una alternativa para imponer oscuros tarifarios a los demandados o demandantes y así tener otra fuente, aunque ilícita, de ingresos.
Y claro, mientras los fiscales nos joden con su rigurosidad para pescar a un juez coimero imponiendo sus enredados y prolongados procedimientos y bla bla bla, las malas decisiones de estos jueces limanorteños son moco de pavo para los perseguidores del delito y un dolor de cabeza para quien solo busca justicia en estas oficinas.
Aún así, el Poder Judicial de Lima Norte en conjunto parece no escarmentar por los abusos, y el status quo parece ser una maldición inamovible. El prestigio es algo que se tiene enterrado sabe hace cuántos años, si es que acaso lo tuvo, con el debido respeto que se merecen los buenos fiscales y jueces limanorteños que existen, claro que sí. Pero son una minoría que está bajo la sombra de un sistema que favorece a quienes se han zurrado en la ley.
Recordar es volver a vivir es el eslogan de una conocida radio que toca música del recuerdo. Y ese refrán lo utilizaremos esta vez. Pues hoy tengo el reto de investigar a la magistrada Ana Lucía CAMPOS FLORES, a quien mi molestia no puede ser ajena por esa resolución de improcedencia que dictó en la demanda de amparo que valientemente firmó la sra. Lorena Ureña, vecina de Comas con una modesta formación y recursos ajustados, contra un monstruo de la publicidad hipnotizadora de masas y las ofertas que no se pueden rechazar (al menos para sus abnegados clientes), Mall Plaza Inmobiliaria. Y bueno la municipalidad de Comas. Acción legal en defensa del medio ambiente comeño, ya destruido y asaltado a más no poder el cemento y los vehículos motorizados, y en búsqueda de rescatar el último rezago de fundo que debería seguir en el distrito para alivio de los que respiramos un aire altamente contaminado.
Si al menos las mentes de estas tierras miraran en grande y quisieran despegarse de esa asquerosa mediocridad que pesa en la cabeza y hace que la mayoría de peruanos agache la cabeza ante la corrupción, esa extensión de tierra fértil debería utilizarse para levantar un bosque urbano o un parque, y no un monstruo de cemento que solo promete ser un tumor demográfico maquillado por la oferta de trabajo, que no pasa de ser la típica del "cholo barato". Y que este proyecto ecológico, no alejado de la realidad, es lo que justamente necesita de una sentencia a partir de una buena demanda de amparo como la que presentó la sra. Lorena.
La resolución de improcedencia de la jueza Ana Lucía Campos Flores del Segundo Juzgado Especializado en lo Civil de Lima Norte, no pasa de ser un texto donde solo puede apreciarse vileza, una decisión totalmente divorciada de lo que llaman la "debida motivación" o en términos más amigbales: sin ningún argumento más que una estulticia jurídica. Pues la señora Campos Flores quiere que la demandante, la sra. Lorena, acuda a otro tipo de justicia que no sea la constitucional, que su demanda debe canalizarse por la sombría y casi zombie justicia de lo contencioso-administrativo, que es allí es donde debe probar mejor suerte. Que toda la documentación que con sudor, lágrimas y rompiendo alcancías se pudo armar, debe amontonarse con los casos que tienen que ver con cuestiones exquisitamente administrativas o donde se discuten cuestiones exclusivamente técnicas o aburridamente procedimentales y sabe Dios si tiene la suerte de ser rescatada por las manos de un juez atareado con tantos expedientes en su oficina donde no existe prioridad, como sí la hay en las causas de amparo.
Pero para nosotros no basta con contraatacar esa decisión con una apelación que hará que el expediente a migre de una oficina a otra para que sea examinada, quizá con mayor rigor, por una pluralidad de jueces. También importa la historia. Pues si la corrupción es como un virus resistente a la acción de la justicia, es vulnerable a la denuncia histórica. Los hechos pesan y no hay forma que a este lado del conocimiento se lo pueda sobornar para que se tergiverse. La conducta de la magistrada Campos Flores ha estado bajo la lupa de los jueces de la OCMA, y las sanciones son la materia prima de la denuncia histórica a la que es vulnerable este tipo de personajes sin mayor trascendencia más que el escándalo.
Y ese escándalo que nos atañe es el de Panamericana. Vean Uds. estimados lectores, a quienes siempre tendré el gusto de compartir los documentos de la investigación, cómo la prosa de la sanción dibuja la conducta de la jueza. Pensarán que se trata de un chancay de a 20, de un castigo insignificante, de algo anecdótico, en fin. Pero esto no retira lo entiendo, pero basta apreciar que la magistrada no hizo caso a los reiterados pedidos de Ernesto Schütz quien reclamaba encargarse de la administración del canal 5, hecho trizas por la mala gestión de Genaro Delgado Parker, amen de los perjuicios a los trabajadores y demás. Curiosamente, luego Genaro Delgado también denunció a la jueza ante OCMA. Pero eso ya será análisis en otro contenido.
INVESTIGACIÓN 045-2008-LIMA... by Dylan Lopez-E
Aquí va la confirmación de la primera sanción. Queda en el récord de sanciones de la magistrada.
INVESTIGACIÓN N° 045-2008-L... by Dylan Lopez-E
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