jueves, 11 de febrero de 2021

Mensaje en una botella de veneno: ¿otra vez contra Ernesto Gamarra?

ADVERTENCIA: Esta nota está sesgada a favor de Ernesto Gamarra Olivares, pero de ninguna manera implica pérdida de objetividad en la nota (pueden llamarla propaganda si quieren), ni inclusión de mentira alguna, ni creaciones o invenciones para favorecer a la persona aludida. Siempre la verdad por delante y con documento a la mano, fiel a nuestro estilo.

La señora que alucina ser una víctima de un imaginario monstruo al que llama Ernesto Gamarra Olivares.

Todo empezó, como canta el salsero Eddie Santiago, con una publicación de Carla García Buscaglia en la red social Twitter donde comparte un artículo de opinión titulado “Ser periodista no es oficio de negras” de autoría de la periodista Leonor Consuelo Pérez Durand (52), quien actualmente radica en España, y le agrega un comentario tendencioso, cuando no malicioso: Interesante nota sobre cómo Ernesto Gamarra -luego preso por recibir dinero de Montesinos con prueba de video- trató de acabar la carrera de una periodista por racismo. (Lo remarcado es nuestro)

Hago un paréntesis para responder lo que dice muy oronda doña Carla, que Ernesto Gamarra estuvo preso por recibir dinero de Montesinos con prueba de video. Hay que recordarle a Carlita García, como quien le hace ejercitar esas neuronas ociosas, que Gamarra fue acusado por recibir dinero de Luis Venero Garrido y posteriormente condenado, sin que siquiera Montesinos declare (para que vean que el caso estaba más manoseado que agarradera de Metropolitano) por una sala integrada por vocales que luego se conocieron eran marranos, puercos, enlodados por la corruptela (ahí tienen a Palacios Villar como muestra o espécimen). 

Por otro lado, en ningún momento se le acusó de haber recibido plata al contado del tío Vladi. Que dicho sea de paso, jamás incriminó a Gamarra como sí hizo con otros congresistas (¿no, doña Lucecita?) ¡Ya pues! Y el video tampoco es el SIN como muchos tarugos repiten en las redes sociales, es la oficina de quien en vida fue su amigo Manuel Tafur. Pero eso ya es harina de otro costal. 

Aquí lo que vemos es que la señora Leonor Pérez sostiene en su artículo de opinión que Ernesto Gamarra Olivares tuvo poder de decisión sobre Zileri, Mohme y Hildebrandt, periodistas de "alto rango" (aunque por sus conveniencias no lo merezcan), lo suficiente como para hacer que la despidan sin pena ni gloria y que la motivación de Gamarra fue por un racismo en contra de las negras. Vaya, ni que Gamarra no hubiera gozado de los buenos años 70 con las negras al mando de la música Disco como para generarle un rechazo a dichas personas. 

Tuit de Carla García Buscaglia (@esquinabaja)

La opinión a la sazón de la mentira

Lo cierto es que de la lectura de la nota publicada por la señora Pérez Durand en el portal FemLatam se tiene un relato que carece de coherencia y que se autodestruye por sus groseras contradicciones. El capítulo con quien era congresista del Frente Independiente Moralizador (FIM), Ernesto Gamarra Olivares, inicia, según ella, luego de que César Hildebrandt le recomendará hablar con él para conseguir información y porque "era uno de los más accesibles" (congresistas). Pérez afirma que Gamarra fue muy amable y que habían quedado en que se seguirían contactando para obtener de él más información. Pero dos días después César Hildebrandt la llamó para despedirla.

Foto de RENIEC de la periodista Leonor Pérez Durand.

Luego menciona su paso por la revista "Caretas" y que nuevamente le tocó ir a ver a Ernesto Gamarra para un tema (no específica para qué). Y que ni apenas volvió a la oficina luego de ese encuentro, "le dijeron" (no especifica quiénes) que recogiera sus cosas y se vaya.

Añade también su breve labor en el diario "La República" en donde ¡otra vez! tuvo que hablar con Ernesto Gamarra. Sin detallar qué cosa converso con Ernesto Gamarra o si le pidió explicaciones por los dos despidos anteriores, refiere que después de arribar a la oficina del popular diario, fue interrogada por el periodista de dicha casa, Ángel Páez. El motivo era el presunto vínculo de Pérez con el SIN, hecho negado por la propia Pérez, y que luego de unos minutos de interrogatorio (sin que la señora destaque alguna pregunta interesante) Páez le dijo que Gustavo Mohme (Llona) ya no la quería más en el diario La República. Según el relato, hasta ahora poco o no documentado, el motivo de Mohme se debía supuestamente a que Gamarra había dicho en todos los medios (sic.) que ella era agente del SIN.

De estos tres párrafos se evidencian cuestiones sencillas con las cuales cuestionar o no otorgar verosimilitud al relato de esta supuesta víctima de racismo por parte del congresista. Primero, que no documenta o explica qué acciones legales tomó contra esos despidos, inferimos arbitrarios, ni si pidió explicaciones a esos empleadores que la defenestraron en tiempo récord. La única explicación que ella ofrece es el supuesto dicho de Ángel Páez, cuyo relato tampoco muestra documento o fuente fidedigna para sustentar la supuesta influencia de Gamarra sobre los directores periodísticos aludidos.

Lo segundo es que tampoco muestra alguna prueba que demuestre que Ernesto Gamarra tuvo un un vínculo amical, político, empresarial, etc. con César Hildebrandt, Enrique Zileri, Gustavo Mohme, lo suficiente como para influir en ellos y persuadirlos de que despidan a doña Leonor. Es más, se conoce que Ernesto Gamarra no tenía buena relación con César Hildebrandt, de quien conocemos nunca protestó contra la prevaricadora condena contra el otrora FIM, como sí hicieron otros periodistas como Andrés Bedoya Ugarteche "La Ortiga", Juan Carlos Tafur o hasta Aldo Mariátegui para los más escépticos. Y peor de Enrique Zileri quien también fue uno de los verdugos periodísticos de Gamarra a raíz de la difusión de ese video donde no se aprecia la sala del SIN ni a Montesinos entregando plata a lo bestia, sino la oficina de Manuel Tafur (otrora Acción Popular, partido de Gamarra antes del FIM) y a Luis Venero Garrido. Además de que siguió insistiendo que Ernesto Gamarra era "montesinita".

Punto aparte de esos dos periodistas, tenemos que Gustavo Mohme Llona no era del grupo parlamentario de Ernesto Gamarra como afirma Pérez Durand, ya que Mohme era de Unión por el Perú (UPP) y no de Acción Popular (AP) ni menos lo fue posteriormente del FIM. Además ¿Alguien en su sano juicio creería que Gustavo Mohme se asustaría por enterarse que una de sus periodistas trabaja en el SIN? Ya con esa mención cualquier ápice de realidad de ese supuesto dicho de Páez termina perdiéndose en lo risible, en lo absurdo, en lo imaginativo. 

En realidad tanto Pérez Durand y Gamarra Olivares sí coincidieron y fue apropósito del rumor de que la mencionada periodista estaba vinculada al siniestro Servicio de Inteligencia Nacional (SIN) y que supuestamente había sido inventado y promovido desde el despacho de Gamarra cuando congresista. Fue allí donde Pérez le reclama por conducto notarial al otrora FIM que desmienta ese supuesto rumor, siendo que en ningún extremo de su carta trata acerca de un pedido de rectificación, porque obviamente Ernesto Gamarra no la incriminó directamente sino que se trataba de un rumor. Es así que Gamarra responde con un oficio como congresista en la cual niega dicha versión en razón de que no había alguna prueba que permita aseverar tamaña afirmación delicada (de que Pérez era parte del SIN) además de que las versiones, de esos chismógrafos de mala madre, son totalmente falsas: ninguno del despacho del congresista afirmó eso de Pérez.

Luego de eso la periodista se mostró satisfecha sin tener comunicación posteriormente con Gamarra. ¿Cuál es la fuente o testimonio que respalde la premisa de que él ordenó o influyó sobre tres directores periodísticos para que la defenestraran de su centro de labores? No sabemos, "beto a saber". Y como si eso fuera poco, nótese que esta "denuncia" de la periodista incurre en una grosera contradicción: por una parte arguye que sus sucesivos despidos se deben al rumor de que era parte del SIN, pero por otro lado alega que son los supuestos prejuicios racistas de Gamarra los que alejaron de los medios de prensa escrita. 

Pero además, ella en ningún extremo de su artículo de opinión muestra algún acto racista o discriminatorio imputable a Gamarra. Solo refiere que fue a visitarlo a su oficina en Lima, no lo dice pero entendemos que fue para reclamarle en persona por los rumores del SIN, y que supuestamente el entonces congresista le dijo que él tenía una foto suya (de Pérez) vestida con la ropa de deporte del Ejército haciendo aeróbicos con las oficiales y que eso probaba su pertenencia a las Fuerzas Armadas. 

Motivada a dar aclaraciones sobre ese momento en el Ejército, Leonor le explica a Gamarra sobre el origen de la foto. Y es aquí donde, según afirma la periodista, Ernesto Gamarra dijo que «Es que por tu tipo y tu porte no pareces periodista». Esa es la única "prueba" (siendo generosos) del supuesto racismo sobre la cual cimienta su artículo de opinión. Es decir, que la mujer en mención narra, sin mayor historia, que esa supuesta frase (no menciona a algún testigo como algún asesor o asistente de Gamarra) le fue atribuida y que demostraría el racismo de Ernesto Gamarra Olivares. Ya podemos ver que este pseudoartículo no tiene otra intención que la de atacar. Lo cual motivó una carta notarial por parte de Gamarra hacia Carla García, quien difundió e hizo conocer por primera vez dicho artículo de opinión.

La carta notarial de Ernesto Gamarra Olivares a Carla García Buscaglia

Carta notarial n.° 37208 - ... by Dylan Ezequiel López Encarn...

La respuesta de Carla García B.

Después de que Carla García recibe la carta notarial, se pone las tabas y la mascarilla para ir a la notaría Espinosa Oré a que le sellen la carta de respuesta. En esta misiva señala que no fue intención difamarlo sino difundir el testimonio de la periodista (pero ya hemos visto que ese "testimonio" no tiene ni pies ni cabeza). Prosigue Carlita señalando que Gamarra no estuvo preso por recibir dinero de Montesinos, sino que fue dinero que recibió de Luis Venero en la salita del SIN (sic.). Otra vez García Buscaglia mete la pata, pues ya se sabe que el lugar del video no es la salita del SIN, sino la oficina de Manuel Tafur. Y bueno, seguir detallando la carta notarial de Carla sería aburrir u oficiar de Morfeo, por lo que, en resumen: ella se defiende indicando que su tuit no ha tenido intención de difamar ni de hacer una mella personal sino de difundir una denuncia bien sustentada (sic.). ¡Ja! Pero sabemos que ella difundió el artículo de opinión para lanzarse con la frase de que "Ernesto Gamarra trató de acabar la carrera de una periodista por racismo", la malicia se ve de lejos. Cierra la carta notarial esperando haber "satisfecho y aclarado sus inquietudes". 

La carta notarial de respuesta de Carla García Buscaglia

Carta notarial n.° 50931 _ ... by Dylan Ezequiel López Encarn...

Colofón montesinsita

A propósito, Carla García, tú insistes en que lo de Gamarra es un "vladivideo". Pero Ernesto Gamarra Olivares jamás conoció a Vladimiro Montesinos Torres y mucho menos pisó la salita del SIN. En cambio, las fuentes escritas muestran que quien sí conoció al siniestro "tío Vladi" y todo muestra que hasta era su yunta, fue Alan García. Así que no jo... Ahí están los hechos, o sino saca un documento, testimonio, video, etc. que pruebe que Ernesto Gamarra se reunió con Montesinos. Haz el esfuerzo. Mientras, lleven su adjetivo "montesinista" y su palabrita "vladivideo" a otra parte y no jo...

Una fuente periodística sobre el vínculo montesinista de Alan García


Un tuit final de Carla García para esta nota

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